Esta receta es la primera vez que la hago, pero me ha salido tan rica que he decidido que merece una entrada en este blog.
La historia de esta receta es bien sencilla. Mi suegra nos había comprado un rape pequeño y a mi marido le apetecía una receta nueva, una receta calentita, de esas que se toman en invierno. Al final me propuso hacer un arroz caldoso y me insistió en que mirara algunas recetas, pero yo (aunque no soy de mucho arroz caldoso ya que lo prefiero sequito) ya me había hecho una idea de cómo hacerlo, no en vano el arroz es uno de mis platos favoritos.
El resultado ha sido asombroso, hasta a mi hijo que no le va mucho el caldo y menos si lleva pescado le ha encantado.